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Bienvenidos a mi refugio.

Espero que a todos os guste y os sintáis cómodos. Para mi primera entrada subo y os explico el programa Calibre.

Calibre sirve para pasar archivos en formato .doc o .pdf a formatos que lee los ebooks, y viceversa. Ésta versión es portátil por lo que no hay que instalarla, simplemente abrís el archivo .exe, añadís los libros que queréis y le dais a convertir.

Os dejo un vídeo tutorial, que quizá pueda aclarar las posibles dudas que aparezcan:

Y aquí os dejo el enlace para bajaros el programa:


P.D. ¡Se admiten sugerencias! Si queréis que encuentre y suba algún libro no dudéis en ponerlo en los comentarios.

lunes, 27 de julio de 2015

Historia larga de One Piece: Fukano Densetsu (La leyenda imposible) - Cap. 5

Disclaimer - One Piece y sus personajes pertenecen a Eiichiro Oda

Fukanō Densetsu

Capítulo 5.- Eventos Inesperados.

- ¡¿Kōhō Shima?!- exclamó Nami.

- Hum…eso explica muchas cosas, por no decir todas…- dijo para sí Robin.

- Sí, tiene este nombre, porque el diablo quiere. ¡ALERTA! Él hace que todo sea como es. Aunque desde que tengo uso de razón todo ha sido así. ¡ALERTA! Mi abuelo me contaba historias de nevadas en esta calurosa isla, de cómo animalitos tan simpáticos como Bobby dominaban la isla a base de fuerza y de extranjeros que visitaban nuestra isla todos los días. ¡ALERTA! Pero claro, nadie recuerda eso o no quieren recordarlo por miedo al demonio.- explicó Gaishomaru.

- ¿Por qué tenéis tanto miedo a ese que llamáis demonio?- preguntó Usopp.

- Porque controla todo. ¡ALERTA! Cada vez que intentamos salir de la isla, de repente aparece un tornado, o una ventisca, o una tormenta de rayos, que duran mínimo una semana. Así que no podemos salir de aquí, pero tampoco entra nadie. ¡ALERTA! Por eso estamos tan contentos, porque habéis entrado, eso nos da esperanza, la esperanza de poder salir de la isla. Pero me preocupa qué ha podido distraer tanto al diablo para que no os haya podido detener. ¡ALERTA! Quizá es algo que nos afecte a todos, pero tarde o temprano aparecerá, así que estad preparados. Pero, basta de tanta charla deprimente, ¡celebremos! ¡Hoy es un día especial! Mañana ya nos preocuparemos ¡ALERTA!- dijo el alcalde.

Continuaron con la comida un rato más. Con los típicos percances de la banda: Luffy robando comida a todo aquél que se despistaba, Zoro y Sanji compitiendo por ver a quién le robaba menos comida el capitán, Nami y Robin charlando con el alcalde sobre el pueblo, los comercios y posibles ruinas históricas, y Usopp con Chopper haciendo bromas y burlándose de Luffy con palillos desde la nariz a la boca.

Cuando la comida y bebida dejaron de correr, todos estaban agotados, literalmente, de engullir, hasta Luffy estaba cansado e inflado.

- Os veo algo empachados, mira que os he advertido que esta noche habrá banquete. ¿Podréis con tanta comida? ¡ALERTA!-les dijo Gaishomaru.

- ¡Pues claro que sí!- exclamó Luffy con baba cayéndole de la boca.

- Yo sigo teniendo mucho apetito, ¡pero de chicas guapas! ¡Mellorineee! ¡Esperadme que esta noche estará vuestro Sanji-kun para daros amor!- fantaseaba el cocinero mientras le bajaba un hilillo de sangre de la nariz.

- Tsk…ya está otra vez este kuso ero-cook sangrando por la nariz, ¡Oi Chopper! ¿Quieres que lo deje inconsciente hasta mañana?- dijo Zoro con una sonrisa malévola.

- Urusai, kuso baka kenshin. No comprendes cómo hay que tratar a las mujeres. Tú no conseguirías ligarte a una mujer ni aunque se te tirara encima una desnuda. Vete a emborracharte y a dormir la mona, y deja trabajar a un auténtico caballero.- contestó Sanji.

- ¿¡Nanii!? Y qué más da si no se cómo ligar, lo único importante para mí es ser el mejor espadachín del mundo.- dijo Zoro todo digno. Al decir esto, se escucho un imperceptible suspiro por la zona de las chicas, que sólo Nami supo interpretar.

- Tú te lo pierdes, y más para mí. ¡VENID A MÍ, MIS QUERIDAS LADIEEESS!- se emocionaba un Sanji muy pervertido. Chopper viendo el percal de que Sanji cada vez estaba sangrando más y más decidió cortar por lo sano: le dio un puñetazo y lo dejó K.O.

- Yosh, así no tendré que salir corriendo en busca de su tipo de sangre, por ahora.- dijo el doctor.

- Oi Chopper… podrías haberme dejado a mí, que quiero experimentar eso de que soy más fuerte…-dijo triste Usopp.

- Jujuju, qué drástico eres doctor-san. Pero no creo que debamos preocuparnos por él en la fiesta. No hemos visto ninguna mujer en el pueblo que pueda atraer al cocinero-san.- comentó Robin.

- Etto… Nami-san…tenéis una tripulación un poco rara… ¡ALERTA! Tu capitán se ha hinchado cual globo mientras comía y robaba. Y los dos hombres rudos no paran de pelear, y ¡para colmo uno es un pervertido! Además del animalito que es vuestro doctor… ¡pero de él no digo nada que da miedo! ¡ALERTA!- dijo el alcalde a la navegante.

- Sí…son todos un poco raros y están bastante locos- dijo Nami con una gota cayéndole por la cabeza- Pero todos son muy buenos, siempre están ahí cuando se necesitan. El capitán nos protege de cualquier peligro y siempre podemos contar con él, aunque parezca tonto, un crío y débil, en realidad es súper fuerte.- terminó con un brillo de orgullo en su mirada.

- ¡Gracias Nami! ¡Pero yo no soy un crío!- exclamó Luffy. Sorprendentemente había prestado atención a algo.

- ¿Nani? Maldición, me ha escuchado… ¡Muere!- Nami le lanzó tal puñetazo que lo envió a la habitación de al lado atravesando la pared.- Gomene, Gaishomaru-san, Luffy te pagará los desperfectos.- dijo la navegante con una enorme sonrisa.

- Sí, sí, cómo no…esta también esta pa'llá…- dijo para sí el alcalde. Dio unas palmadas, atrayendo la mirada de todos y dijo- ¡ALERTA! Mis ilustres invitados, seguro que están agotados de tanta emoción de la mañana, déjenme mostrarles sus habitaciones.- y dicho esto se levantó y se dirigió a otra zona de la casa en la que estaban las escaleras.

Todos se levantaron y le siguieron. Al subir las escaleras vieron un pasillo en el que los laterales tenían dos puertas. Gaishomaru se colocó en mitad del lugar y dijo:

- Estas cuatro habitaciones serán las suyas. ¡ALERTA! Recomiendo muy encarecidamente, que ninguno duerma solo, porque el demonio podría atacar por la noche y él es muy fuerte. Cada habitación tiene su propio baño. Ahora os dejo que os acomodéis. ¡ALERTA! Yo voy a preparar la fiesta de la noche. Será una celebración de gala, supongo que sabéis qué significa. ¡Descansad que necesitaréis las fuerzas! ¡ALERTA!-y dando media vuelta, bajó por las escaleras y lo perdieron de vista.

- ¡Muy bien! ¡Minna! Nos repartiremos las habitaciones como las parejas que habíamos acordado esta mañana. Y ni una queja quiero.- ordenó Nami- Robin, después de acomodarnos, ¿vamos a la calle comercial y compramos ropa para la noche?- preguntó la navegante a la arqueóloga.

- Por supuesto, navegante-san, la fiesta será de gala y hay que hacer honor a nuestro querido anfitrión. Además, tendremos que pasar por el barco para informar a nuestros nakamas que tardaremos un poco más en volver. No quisiéramos que se preocuparan.- razonó Robin.

- Tienes toda la razón, después de comprar ropa, pasaremos por el Sunny. Ahora bakatachi, ¡todos a descansar! Vamos Luffy.- dijo Nami.

Usopp y Chopper con Sanji arrastrando se metieron en la habitación de la izquierda, Zoro y Robin se dirigieron hacia la siguiente en la izquierda y Nami y Luffy se quedaron en la primera de la derecha. Cuando entraron en las habitaciones pudieron observar que eran bastante acogedoras. Disponían de dos camas, una de matrimonio y otra individual. Además tenían un aseo bien dotado.

- Luffy, yo me quedo con la cama grande y tú te quedas con la otra.- ordenó Nami.

- Pero Naaaamiii, ¡yo quiero la cama grande para poder hacer la croqueta y rodar!- dijo Luffy contento.

- ¡Baaaka! Ni se te ocurra causar problemas en la habitación ni ensuciarla trayéndote comida. Si veo lo más mínimo de esto, tendrás un horrible castigo…- amenazó Nami con una aura negra.

- Hai Nami, haré lo que tú digas… ¡pero no me mates!- respondió Luffy con miedo.

- Muy bien, ahora voy a tumbarme un poco a descansar. Ni se te ocurra despertarme y mucho menos te vayas por ahí a jugar y buscar aventuras. Tsk, es que mira que es un crío- dijo Nami acostándose en la cama.

- Pero Namiiiii yo no soy un crío, y además, ¿qué hago yo aquí?- preguntó el capitán.

- Pues descansa, no me hagas atarte, que podría ya que ahora soy más fuerte que tú. No lo olvides.- respondió la navegante acercándose a él con una sonrisa malvada.

- ¡HAI! Me acuesto ahora mismo a descansar.- y dicho esto se tiró corriendo a la cama y ahí se quedó. Nami viendo que Luffy de momento no iba a causar problemas, volvió a la cama y trató de descansar y de no pensar en cierto capitán que dormía (o hacía que) a un metro o menos de ella. Se tranquilizó, más o menos, sabiendo que él no iba a intentar nada, ya que era más asexual que una piedra. Y con estos pensamientos se quedó dormida.

Al cabo de una hora Nami despertó y se giró para comprobar que Luffy seguía en la habitación y que ésta estuviera de una pieza. Para su sorpresa, el capitán seguía en la cama y estaba durmiendo. La navegante decidió despertarlo y avisarle de que se iba con Robin de compras y a avisar a Brook y a Franky de la nueva información.

Nami se acercó a él y le tocó el hombro.

- ¡Luffy! ¡Despierta!- lo llamó zarandeando un poco su hombro.

Pero Luffy en vez de despertarse, levantó el brazo y le agarró un pecho mientras susurraba "Mandarinas…" con una sonrisa tonta desde la que le caía la baba. Por supuesto Nami le soltó tal puñetazo que atravesó la cama y quedó incrustado en el suelo.

- Joder, ahora nos hemos quedado sin la cama pequeña…- pensó Nami algo arrepentida aunque con algo de anticipación por tener que dormir con su capitán.

- ¡IIITEEEEEE! ¿¡Naamiii por qué me has pegado!?- reclamó un Luffy confundido.

- ¡Porque cuando te estaba intentando despertar, me has tocado el pecho!- exclamó Nami sonrojada.

- ¿Eehh? ¿No me irás a cobrar verdad? No lo he hecho queriendo.- dijo el capitán.

- Pues claro que sí te voy a cobrar, aunque no estuvieras consciente lo has hecho así que son cincuenta mil beris.- concluyó Nami.

- Pero si no me acuerdo de haberlo hecho…-dijo lastimeramente Luffy- pues entonces…- el capitán alargó el brazo con su poder la cogió de la muñeca y la pegó de espaldas a su pecho musculoso- ahora me cobras con razón. Shishishishi- y antes de poder reaccionar Nami, el capitán le sobó el pecho con la otra mano. Naturalmente, el infierno se desató en la habitación. Luffy salió volando por la ventana (menos mal que estaba abierta) riéndose a carcajada limpia y se oía el grito de Nami diciéndole que le debía cien mil beris.

Nami roja como un tomate, se metió al baño para darse una ducha fría e intentar olvidar el incidente. Aunque todavía murmuraba que lo iba a matar en cuanto apareciera otra vez. Después de ducharse se dirigió a la habitación donde Robin y Zoro estaban. Tocó a la puerta y ésta se abrió sola, supuso que un brazo fleur le había abierto. Robin estaba en la cama de matrimonio leyendo un libro tranquilamente y Zoro estaba durmiendo en la otra cama, pero lo más raro y sospechoso era que las camas y la habitación en general estaban hechas un desastre. Nami no preguntó, ya se olía qué había pasado, y habló con Robin.

- ¡Hola! Vaya fiesta habéis tenido.- comentó la navegante guiñándole un ojo a la arqueóloga- ¿Te vienes de tiendas y a pasar por el Sunny?- preguntó Nami.

- Claro navegante-san, me doy una ducha rápida y enseguida estoy contigo.- respondió Robin con una sonrisa misteriosa.

- Muy bien, te espero abajo, en la entrada.- dijo Nami. Luego se dio la vuelta y salió de la habitación.

Pasados un cuarto de hora apareció Robin por las escaleras. Bajó y se reunió con Nami en la entrada.

- ¿Vamos, navegante-san?- preguntó la arqueóloga.

- ¡Sí! Vamos a estafar a unos cuantos tenderos. Y no te vas a escaquear de contarme qué ha pasado con vuestra habitación.- comentó Nami con la mirada curiosa.


- Jujujuju eres muy observadora…ya veremos navegante-san…- respondió evasivamente Robin.

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