Fukanō Densetsu
Todo estaba en silencio. La banda dormía la mona a rienda suelta. Zoro en una cama, Robin en la de matrimonio. Sanji soñando con mellorines en la cama pequeña y Chopper y Usopp abrazados en la grande. Nami dormía profundamente espatarrada en la cama mientras Luffy había caído, probablemente empujado por la navegante durante el sueño, y roncaba audiblemente.
De repente se oyeron golpes, un grito, más golpes y luego silencio. Se despertaron con el jaleo y corriendo hacia la habitación donde se habían originado los ruidos. Todos llegaron y se encontraron con una Robin inconsciente con una herida en la cabeza, la habitación patas arriba y Zoro no estaba por ningún lado.
- ¡Zoro! ¡Robin! -exclamaron Usopp y Chopper.
Entraron a la habitación corriendo y se agacharon al lado de la arqueóloga. Después entraron Luffy y Nami en tromba (al parecer Sanji seguía k.o. por las drogas). La navegante se fijó en un papel que estaba clavado en la pared con un cuchillo y se acercó a él con curiosidad.
- Minna, aquí hay una nota de los que han entrado, al parecer se han llevado a Zoro por haber irrumpido en su isla. Y que si lo queremos de vuelta debemos irnos por donde hemos venido. Está firmado por "El Demonio"- explico Nami mientras leía.
- ¡Pues ya tiene huevos de secuestrar al cabeza melón!...-comentó la pelirroja.
- ¡Oi!- exclamó Usopp.- ¡Que al pobre lo han secuestrado!
Chopper seguía atendiendo a Robin que poco a poco iba recuperando la consciencia. Nami se había acercado a Luffy y le entregaba la hoja para que la leyera él mismo.
- Cuidado Robin, tienes una herida muy fea en la cabeza.- dijo el reno cuando la morena intentó incorporarse.
- ¿Qué ha pasado...?- preguntó mirando alrededor-¿dónde está Zoro?
- El demonio os ha atacado, se ha llevado a Zoro y nos ha dejado una nota.- explicó el tirador.
- ¡HAY QUE SALVAR A ZORO!- exclámó Luffy exaltado.
- Ahora tendremos que salvarle nosotros, los débiles…jujujuju.- rió Usopp por lo bajo muy pagado de sí mismo.
Los demás ignorándole, siguiendo con la nota y discutiendo qué podían hacer.
- ¡ALERTA! ¿Qué ha pasado, qué es este jaleo?- apareció corriendo el alcalde por el pasillo acompañado de varios guardias.
Cuando llegó a la puerta Nami le dio la nota y el niño la leyó con cara de miedo.
- Me lo temía...el demonio no podía dejaros impunes por entrar en su isla... ¡ALERTA!- dijo Gaishomaru.
- ¡Tenemos que irnos de aquí! Así nos devolverá a Zoro y mi enfermedad de vámonos-de-aquí-rápido-o-moriremos se curará.- resupo Usopp con las piernas temblándole.
- Oi Robin, ¿estás bien?- preguntó Chopper a la arqueóloga cuando esta empezó a tambalearse.
- Sí, sí…no te preocupes en breve estaré como nueva.- Robin contestó un poco mareada.
- ¡Zoro ha sido secuestrada por el demonio de esta isla y ha dejado una nota diciendo que si nos vamos por donde hemos venido, Zoro volverá a nosotros...!- lloriqueó el médico sorbiéndose los mocos.
- Minna, ochitsuite. Tenemos que pensar con cuidado lo que vamos a hacer. Hay que tranquilizarse y urdir un plan. Luffy, ¿qué opinas senchou-san?- preguntó Robin.
Luffy estaba de pie en el mismo lugar con la cabeza agachada, el sobrero de paja le tapaba la cara. No contestó.
- Luffy, ¿qué quieres hacer?- preguntó Nami a su capitán.
- ¡AAAAARRRRRRGGG!- gritó el capitán de repente.- ¡VAMOS A SALVAR A ZORO!- salió corriendo hacia la ventana dándose un golpe contra el marco y cayendo inconsciente al suelo.
- ¡LUFFY!- gritaron todos con una gota cayéndoles por la cabeza.
- ¡ALERTA! Os doy un consejo, iros de la isla si queréis ver a vuestro amigo con vida. Pero si de verdad os vais a enfrentar a él creo que puedo ayudaros…- dijo misteriosamente Gaishomaru sin hacer caso del capitán.
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