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Bienvenidos a mi refugio.

Espero que a todos os guste y os sintáis cómodos. Para mi primera entrada subo y os explico el programa Calibre.

Calibre sirve para pasar archivos en formato .doc o .pdf a formatos que lee los ebooks, y viceversa. Ésta versión es portátil por lo que no hay que instalarla, simplemente abrís el archivo .exe, añadís los libros que queréis y le dais a convertir.

Os dejo un vídeo tutorial, que quizá pueda aclarar las posibles dudas que aparezcan:

Y aquí os dejo el enlace para bajaros el programa:


P.D. ¡Se admiten sugerencias! Si queréis que encuentre y suba algún libro no dudéis en ponerlo en los comentarios.

lunes, 27 de julio de 2015

Historia larga de One Piece: Fukano Densetsu (La leyenda imposible) - Cap. 9

Disclaimer - One Piece y sus personajes pertenecen a Eiichiro Oda

Fukanō Densetsu

Capítulo 9.- Puesta en marcha.

Gaishomaru los condujo a todos a su despacho y se sentó tras su escritorio.

-Como os he dicho antes, mis queridos invitados ¡ALERTA!, os aconsejo e insisto encarecidamente, que abandonéis la isla por vuestro propio bien y el de vuestro camarada. ¡ALERTA! El Demonio lleva tiranizando la isla desde el tiempo de nuestros bisabuelos, no podemos salir de la isla ni pueden entrar en ella, si no seguimos sus normas y leyes somos sacrificados por el bien mayor, la "paz".- explicó el alcalde con lágrimas contenidas.

- ¡No nos vamos a ir de aquí hasta que rescatemos a nuestro nakama!- dijo Luffy- ¡IKEEEEEEE!- gritó corriendo y estrellándose otra vez y cayendo inconsciente de nuevo.

- Kami-sama, dame fuerzas, porque todavía me cargo a este capitán…- murmuró Nami con la vena marcada y con los puños apretados.

- ¿Cómo podéis arriesgaros tanto por una sola persona pudiendo arreglar este problema sin luchar?- preguntó el niño confundido.

- ¡Luchamos por todos!- exclamó Luffy levantándose.- ¡Por nuestros nakamas, por vosotros! ¡No podemos dejaros así! Además, me cae mal ese baka demonio- refunfuñó el capitán.

- Queridos visitantes…-dijo el alcalde con los ojos brillantes.- Entonces si queréis seguir adelante y derrotarlo, la villa y yo estaremos eternamente agradecidos y…

- ¿Habrá recompensa monetaria? ¿Un millón de beris? ¿Cincuenta millones?- interrumpió Nami cayéndosele la baba y con beris en los ojos.

- ¡Oi!- dijo Usopp- No podemos cobrarles por ayudarles, me basta con que canten las hazañas del Gran Guerrero del Mar, ¡el Capitán Usopp-sama!- soñó el tirador mientras los demás seguían hablando.

-…os voy a dar algo que quizá pueda seros de ayuda llegado el momento. ¡Pero no lo abráis hasta que lo necesitéis! ¡ALERTA!- continuó Gaishomaru.

El niño saltó de su silla y salió por una puerta contigua del despacho. A los pocos minutos volvió a aparecer con una maleta en la mano.

- Su excelentísima pelirroja, aquí tiene el arma secreta. ¡ALERTA!- dijo entregándole el paquete a Nami.

- Muchas gracias alcalde. ¡Minna! ¡Vámos a rescatar al baka kenshin! Usopp, Chopper, coged a Luffy e intentad reanimarlo por el camino.- ordenó Nami. Acto seguido salió por la puerta dirigiéndose a la calle.

Una vez fuera y mientras los dos nakamas intentaban despertar al capitán, la navegante hablaba con Robin para decidir qué hacer.

- Mientras nuestro gran y genial capitán- Nami comentó con sarcasmo- consigue volver a la vida, ¿qué deberíamos hacer, Robin?- preguntó a su compañera.

- Bueno Nami, primero tendremos que despertar a Sanji y que nuestro doctor-san busque su tipo de sangre.- razonó Robin.

- ¡Oh mierda! ¡Me había olvidado de Sanji-kun! Hay que decirle lo que ha pasado y buscar todos a quienes se han llevado al baka kenshin.- dijo Nami.

- Chopper-san, nos hemos olvidado de nuestro querido cocinero, ¿podría ir a traerlo? Mientras tanto Usopp puede ir a pedirle a Gaishomaru-san sangre de su tipo.- pidió Robin con voz melosa.

Los aludidos asintieron y volvieron dentro de la casa dejando a Luffy algo confuso pero despierto sentado en el suelo. Nami y Robin quedaron hablando sobre cómo abordar la situación. Al cabo de unos minutos aparecieron Chopper y Usopp con Sanji algo desorientado, seguidos del niño-alcalde.

- Estimados visitantes, vuestro monstruo…eehh doctor, me ha pedido bolsas de sangre para vuestro cocinero ¡ALERTA! Si me esperan un minuto voy al consultorio médico que está aquí al lado.- les dijo Gaishomaru mientras tomaba camino hacia la izquierda de la casa.

Robin, Nami, Chopper y Usopp pusieron al día a Sanji tan bien como pudieron o más bien como pudo entender el pobre cocinero. Poco a poco iba despejándose y acabó riéndose de su nakama.

- ¡HAHAHAHAHA! ¿El kuso kenshin ha sido secuestrado? ¡Pufff hahahahaha! Esto se lo recordaré toda la vida.- prometió Sanji cuando ya pudo pensar con claridad.

Cuando terminaba de burlarse, llegó el alcalde con un saco grande que estaba llena de bolsa de transfusiones. Se la entregó a Chopper y dijo:

- Aquí tenéis sus ilustrísimas ¡ALERTA! Espero que mi ayuda sea de utilidad. Recordad sólo abrir la maleta cuando sea de absoluta necesidad.- apuntó con el dedo a Nami que llevaba el bulto.- Otra cosa más, ¡ALERTA! El demonio y sus secuaces viven en la montaña más alta de la isla, justo detrás del ayuntamiento, más allá de la muralla ¡ALERTA!- explicó el niño.

Todos se volvieron en ese instante localizando su destino. La montaña estaba, efectivamente, detrás de la mansión. Desde allí podían apreciar una obertura justo a mitad de la subida.

- Alcalde-san, ¿sabría usted cómo podemos llegar hasta esa montaña?- preguntó Robin.

- Desde luego, desde luego. Síganme, por favor ¡ALERTA!- guió a la banda alrededor de la casa hasta llegar a la muralla.- Ahora, silencio, nadie conoce esta entrada a la villa, es muy antigua de los tiempos de mi bisabuelo cuando todavía se atrevían a desafiar al demonio…- susurró temeroso Gaishomaru.

El alcalde, casi temblando de miedo, alargó la mano y accionó algún mecanismo secreto de la pared. Poco a poco se fue abriendo una puerta de metro y medio de alto.

- ¡Rápido! Antes de que les vean, ilustrísimas. ¡ALERTA! Mucha suerte y gracias de todo corazón. ¡Esperamos noticias pronto y buenas!- dijo el niño cuando todos pasaron y cerró la puerta que volvió a ser muralla en un santiamén.

Los Sombrero de Paja volvieron la vista y miraron hacia la montaña. Parecía enorme desde esa distancia y no había camino. Deberían abrirse paso por la vegetación y las rocas escarpadas para llegar a su destino.


¿Qué les aguardará en su destino? ¿Qué peligros habrá en el camino?

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